sábado, 30 de agosto de 2008

La reforma Pease y la amenaza autoritaria

Ninguno de los congresistas, incluido yo, pensamos en el Perú

-Gustavo Espinoza


Hace ya un par de meses, el ex candidato presidencial por la Izquierda Unida, ex Congresista (1993-2006) y profesor de la PUCP, Henry Pease presentó su (hoy agotado) libro "Reforma política. Para consolidar el régimen democrático" (Fondo Editorial PUCP, 2008, 149 pp.). El oportunísimo libro expone de forma concreta y clara diversas propuestas del autor para cambiar las cosas y, pese a que nos hubiese gustado que no fuese tan breve, constituye un importante aporte, fruto de una auténtica y antigua preocupación, para un debate que debiésemos abordar en serio. A continuación les ofrecemos algo así como una reseña(?):


Léanme, otorongos


Partiendo de la constatación de que "tras el reinicio del régimen democrático, la desilusión ha aumentado con el paso de los años" y que "el régimen democrático sólo podrá consolidarse profundizando la democracia representativa incipiente que hemos logrado" (pp. 11-12), todo lo cual es expresado con claridad por ese alarmante 9% de aprobación obtenido por el Congreso en una reciente encuesta de Apoyo, Pease identifica varias razones por las que existe tal desencanto con nuestra democracia (83% de insatisfacción, Latinobarómetro 2007, p. 20):

"(...) porque los representantes que elegimos no se dedican a representarnos, porque los que gobiernan no lo hacen de cara a la representación para tratar de adecuar sus actos a ella, porque los resultados no llegan a las mayorías como resultados 'objetivos' (materiales) ni tampoco como comunicaciones que vinculen, es decir, explicaciones, o rendición de cuentas, concertación de alternativas futuras, algo elemental a la política democrática" (p. 12).


Pero además de apuntar que la representación no funciona, denuncia la existencia de "una cultura política antipartido que impide asentar la democracia representativa" (pp. 26-35) -diagnóstico hecho con mayor detalle y precisión en otras de sus publicaciones-:

"Es, pues, una historia de debilidad. Los partidos políticos no han sido fuertes en ninguno de los momentos de esta historia republicana. Han sido tolerados y hasta utilizados, pero no han existido las condiciones para que constituyan, como tales, una institucionalidad que sea el centro de articulación de las partes, que construya continuidades de larga duración dentro de las cuales se renueve dinámicamente la democracia política" (p. 30).


En ese sentido, Pease plantea que la reforma política debiese tener los siguientes objetivos:

Objetivo 1: "Que la representación represente y la ciudadanía vea su voz en ella" (p. 47).
Objetivo 2: "Partidos políticos poderosos porque son canales de participación ciudadana" (p. 52).
Objetivo 3: "Sincerar o hacer transparentes las instituciones políticas como condición de gobernabilidad democrática" (p. 52).

Para lo cual propone, entre otras, las siguientes medidas para consolidar el régimen democrático:

1. Congreso bicameral. El Senado como "Cámara de calidad legislativa" (p. 89) y Diputados con "especialización en la fiscalización y control político" (p. 90).


2. Sistema de elección mixto. Hoy se aplica el sistema proporcional que "tiende a alejar al representante del elector, sobre todo en circunscripciones grandes que eligen a muchos y al final nadie sabe quién su representante" (p. 55). Pease propone complementarlo con distritos uninominales (1 distrito electoral, 1 representante), la mitad de Diputados por éste mecanismo y la otra mitad por el proporcional (p. 56).


3. No más listas independientes en las elecciones, sólo partidos (p. 56).


4. Diferenciar la elección al Diputados de la presidencial. Hoy las elecciones son simultáneas, elegimos Presidente y Congresistas al mismo tiempo, lo que hace que "la elección de representantes sea un acto secundario", sin que se le preste la atención adecuada (p. 59). Además "la legitimidad del parlamento no dura cinco años" (p. 61). Esto se haría (i) vía la reducción del mandato parlamentario a dos años y medio "lo que sí significa un periodo corto es que el representante tiene la cabeza puesta en sus electores" (p. 61); o (ii) vía la renovación de la mitad de congresistas a mitad del periodo presidencial.


5. Vacancia automática para tránsfugas (pp. 72-73).


6. Democracia interna en partidos (p. 75).


7. Financiamiento público a los partidos. "En toda democracia representativa los partidos cumplen función pública y defienden los intereses públicos. Esa función pública puede tener financiamiento privado, pero eso depende de cuán distribuida está la riqueza en esa sociedad. En el Perú, estamos muy lejos de tener bien distribuida la riqueza y, por tanto, no habrá democracia representativa legítima si no hay financiamiento público" (p. 76).


8. Full transparencia en los partidos. Como contrapartida de lo anterior (p. 76).


9. Representación cara a cara: una vez al mes Diputados no sesiona y los representantes deben ir a despachar a sus circunscripciones (pp. 91-96).


10. Elecciones primarias en los partidos como alternativa al voto preferencial. "Compartimos la crítica que hacen muchos partidos al voto preferencial, que los ha debilitado e impulsado la indisciplina interna" (p. 71).

Asimismo, identifica las siguientes propuestas en discusión pública como inconvenientes:

1. Elección de congresistas en la segunda vuelta presidencial. "Puede distorcionar la elección de los representantes porque se hace en el contexto de la polarización blanco-negro entre los dos candidatos presidenciales más votados. Su efecto puede ser más drástico que el de la valla electoral reduciendo los partidos presentes en el parlamento y rápidamente esa representación puede quedar deslegitimada ya que importantes segmentos de la población se sentirían excluídos del nuevo escenario" (pp. 63-64).


2. Voto facultativo/voluntario. "En el Perú, el voto termina siendo una forma de integración. Que todos voten obliga a los políticos a no excluir ni a los más pobres de sus campañas y actividades. Siempre he visto las elecciones como un momento en que la gente 'va con gusto' a votar. Es un instante en que se sienten incluidos. En una sociedad donde casi la mitad de la población está bajo la línea de pobreza, donde tantos peruanos no tienen acceso ni al mercado ni a servicios elementales (...)" (p. 101).


3. Revocatoria de congresistas. "se incentiva la enorme propensión que existe en nuestra sociedad para 'tirarse abajo' a quien logró subir bien alto. Es muy fácil conseguir firmas para esto y hay demasiadas personas que les encanta hacerlo. No siempre es constructivo. Es preferible acortar el mandato" (p. 60).


4. Renovación por tercios. "Con cinco años no cabe pensar en renovación por tercios" (p. 59).


Una cosa que me gustó del libro es cómo el autor no pierde la perspectiva, siendo consciente que la reforma política no solucionará todos nuestros problemas, pero que sin ella será difícil avanzar:


"Los cambios que hagan sitio en el Perú a la mayoría de los peruanos siguen pendientes. No avanzaremos mucho en democracia si esos peruanos no encuentran espacio y son incluidos. Tampoco nos vendrá de regalo de ninguna coyuntura de grandes ingresos, porque desarrollo es incremento de capacidades y eso cuesta, requiere conducción, no es espontáneo ni proviene de ningún automatismo mágico. La reforma política no reemplaza este cambio estructural. Si priorizamos su propuesta es porque 'el camino condiciona la resultante'" (pp. 39-40).


Por el contrario, un déficit claro del libro es no dar mayores luces sobre cómo aterrizar la propuesta, hacer que ésta se haga realidad. Cosa que habría sido valiosa dado que Pease carga con la experiencia de cuando el APRA y Unidad Nacional frustraron la reforma constitucional en el 2002.


Hay temas que claramente le corresponden a los otorongos vía reforma consitucional o a nivel de leyes, así que no guardo muchas esperanzas de que se pueda avanzar mucho con el actual Congreso, pero otros están en manos de los partidos políticos. De ellos depende mostrarse como alternativas reales de participación para los ciudadanos, terminar con las argollas, el caudillismo, el oportunismo electoral, etc.


Personalmente, considero que el paso más valioso sería recuperar la labor de representación. Que el ciudadano no lo sea sólo cada 5 años, sino que haya un contacto y apertura constante. Como dice Pease, los congresistas fiscalizan y hacen leyes sólo porque representan, no deben olvidarse que ésta es su función esencial.


¿POR QUÉ SE DEBIERA PRIORIZAR ESTA REFORMA?


Heduardo, Caretas 1206 (10.04.1992)

Hoy (mal)funcionamos como democracia en gran medida debido al diseño de la misma por la mafiocraciafujimorista, que claramente estableció un sistema débil y funcional para sus planes. En ese sentido, es necesario introducir reformas para superar las dificultades. El peligro de no hacerlo, de no apostar en serio por la democracia representativa, es que el desencanto por el remedo de la misma se traduzca en una (nueva) alternativa autoritaria o violenta. He ahí la amenaza, como claramente nos lo advierten las personalidades que citamos a continuación:


Javier de Belaunde R. de S. (ex Diputado por Arequipa):


"(...) es necesario emprender una cruzada cívica a nivel nacional que revalorice la labor política y asegure que los mejores elementos de la sociedad ingresen a ella. Caso contrario, la mesa está servida para un nuevo autoritarismo de similares características de aquellos que intentaron destruir la institucionalidad y la decencia de nuestra frágil democracia".


César Hildebrandt (periodista):


"Si la política no se renueva, si los partidos no se adecentan, si la perplejidad sigue paralizando a los buenos y la impunidad alentando a las sabandijas, el Perú sabrá lo que es violencia. Y no sólo lo sabrá. Quizá sea que la merecerá".


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Enlaces sobre el tema:

7 medidas para salvar al Congreso por Susana Villarán.

Alarmante descrédito del Congreso por Javier de Belaunde R. de S.

Lejos de la gente. La función de representación en la política peruana por Augusto Álvarez Rodrich.

Mucho en Polítika el blog de Fernando Tuesta.

Aportes al debate sobre la reforma política por Martín Tanaka.

Terapia democráctica por Mirko Lauer.

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Otros libros de Henry Pease:

"Por los pasos perdidos. El Parlamento peruano entre el 2000 y el 2006", Fondo del Congreso, 2006, 541 pp.

"La autocracia Fujimorista. Del Estado intervencionista al Estado mafioso", Fondo de Cultura Económica, 2003, 404 pp.

"Así se destruyó el Estado de Derecho. Congreso de la República 1995-2000", s/e, 2000, 378 pp.

"Remando a contracorriente. Gestión Parlamentaria enero 1993-julio 1995". CCD, 1995, 241 pp.

"Los años de la langosta. La escena política del fujimorismo". La Voz, 1994, 439 pp.

"Democracia y precariedad bajo el populismo aprista". DESCO, 1988, 148 pp.

"El ocaso del poder oligárquico. Lucha política en la escena oficial 1968-1975", DESCO, 1977, 313 pp.

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Algunos artículos de Henry Pease sobre el tema (El Comercio):

El debate sobre la bicameralidad

Cómo fortalecer los partidos políticos

Una real representación

Un par de joyitas

Crisis moral y política

Las odiosas comparaciones

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen libro, lástima que Henry Pease sea sinónimo de todo lo contrario, pues es el vivo representante de la falta de convicción, la inmadurez y el oportunismo político, en cuatos partidos militó, ¿5 ó 6?, priemro que se reforme él.

N.N. dijo...

Hola jota, la crítica que formulas fue materia incluso de una carlincatura (la colgué acá: http://ene.ene2008.googlepages.com/PeaseCaricatura.jpg).
El propio Pease la pone en su libro "Por los pasos..." y hace un descargo al respecto, entre otros argumentos:
- Que nunca fue tránsfuga dado que siempre se mantuvo en el partido o alianza por la que fue electo al Congreso, por ese periodo.
- Que hay distinguir entre ser miembro de partido y estar en condición de invitado.
Pese a lo cual, sí considero criticable que su discurso pro partido, no lo haya llevado a 'fajarse' por armar uno serio, en vez de estar participando con varios.
Sin embargo, en el agregado, lo evalúo como un político valiente, serio y honesto, que me parece claro que hace falta, como otros, en este Congreso.
Saludos,
N.N.

Ricardo Mejía Cordero dijo...

jajaja n.n y e blog no se venden los ojos por favor !!! si Henry Pease seria actualmente un otorongo ademas de transfuga ya que paso por mas de 5 partidos !!! perdon movimientos o mejor digamolos club de amigos (socios $$)lamentablemente de izquierda no tiene nada y se refugia en la PUCP que lastima !!! el unico rescatable de izquierda fue barrantes !!!